El estigma asociado a los trastornos mentales es uno de los problemas más importantes relacionados con la salud mental en la sociedad contemporánea, según la OMS

El estigma asociado a los trastornos mentales es uno de los problemas más importantes relacionados con la salud mental en la sociedad contemporánea, según la OMS

Un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, la Universitat de València (UV) y el Centro de Investigación Biomédica en Red en Salud Mental (CIBERSAM) sobre el estigma público asociado a los trastornos mentales en el estudiantado universitario señala la importancia de que las universidades se impliquen en intervenciones para reducir actitudes, estereotipos, prejuicios y discriminación hacia este grupo de personas. Uno de los principales resultados de este estudio, publicados en la revista Frontiers in Psychiatry, es que las mujeres universitarias presentan menos actitudes estigmatizantes que los hombres universitarios, aunque los estereotipos y los prejuicios son similares.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el estigma asociado a los trastornos mentales es uno de los problemas más importantes relacionados con la salud mental en la sociedad contemporánea. De hecho, el proceso de estigmatización puede ser más devastador que el propio trastorno. Cuando se habla de estigma de manera genérica se hace referencia a los estereotipos y prejuicios que provocan conductas de discriminación y exclusión. La presencia de este proceso de estigmatización crea barreras para la búsqueda de tratamiento, la integración social y la obtención de empleo, entre otros, dificultando así la independencia económica y personal de quienes sufren un trastorno mental.

De los diversos tipos de estigma, este estudio piloto se ha centrado en el análisis del estigma público, que es el que se presenta entre los miembros de una población. A nivel internacional, diferentes investigaciones han mostrado la presencia de estigma público en los estudiantes universitarios, de manera similar al que se presenta en la población general de un determinado país. También se ha señalado la importancia de evaluar para conocer la situación y poder realizar programas dirigidos a poblaciones específicas y reducir el estigma asociado a los trastornos mentales.

Una de las principales conclusiones del estudio es que “las mujeres presentan menor autoritarismo y actitudes socialmente restrictivas, así como más benevolencia, aceptación de la integración de las personas con trastornos mentales en la comunidad y disposición a ofrecer ayuda” destaca Inma Fuentes, investigadora del Grupo de Investigación en Autonomía Personal, Dependencia y Trastornos Mentales Graves de INCLIVA y del CIBERSAM y profesora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UV. En el mismo sentido, el estudiantado que conoce o convive con una persona con trastorno mental y el estudiantado de Medicina y Psicología presenta puntuaciones menos estigmatizantes.

“El estudio señala la necesidad de intervenir para reducir el estigma teniendo en cuenta los perfiles que caracterizan a cada grupo. Si se tiene en cuenta que cualquiera puede contribuir al proceso de estigmatización, es muy relevante que todos los agentes sociales que tienen posibilidades de luchar contra este proceso, incluso instituciones como las universidades, pongan en marcha acciones/programas de intervención contra el estigma”, explica Juan Carlos Ruiz, director del Departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la UV.

Otra de las conclusiones del estudio es la importancia de intervenir en la reducción del estigma entre aquellos que trabajarán en el sector de la educación, como es el estudiantado del grado de Magisterio. “Esta formación es determinante porque estos profesionales son clave para detectar de forma precoz la presencia de estereotipos, prejuicios y discriminación asociados a los trastornos mentales”, destaca Vicent Balanzá, profesor del Departament de Medicina de la Universitat de València e investigador de CIBERSAM.

Metodología

En este estudio han participado 325 alumnas y alumnos de primer curso de cinco grados de la UV, con edades comprendidas entre los 18 y los 54 años, el 68,62% de los cuales eran mujeres. Las diferentes variables que componen el estigma se han evaluado mediante dos instrumentos estandarizados: la escala de Actitudes Comunitarias hacia la Enfermedad Mental (CAMI) y el cuestionario de atribuciones estigmatizadoras hacia la enfermedad mental (AQ-27).

En la investigación también han participado Carmen Dasí y María del Castillo Fuentes (Departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento); Cristina Pardo (Departamento de Economía Aplicada); Francisco Pérez y Ladislao Salmerón (Departamento de Psicología Evolutiva); Pau Soldevilla (Facultad de Psicología); Joan Vila, del Laboratorio de Análisis de Datos (IDAL); y la estudiante de medicina Marta López-Gilberte.

Artículo:

Ruiz JC, Fuentes-Durá I, López-Gilberte M, Dasí C, Pardo-García C, Fuentes-Durán MC, Pérez-González F, Salmeron L, Soldevila-Matías P, Vila-Francés J and Balanza-Martínez V (2022) ‘Public stigma profile toward mental disorders across different university degrees in the University of Valencia (Spain)’. Front. Psychiatry 13:951894. doi: 10.3389/fpsyt.2022.951894