Grupo de Investigación en epigenómica y epigenética traslacional
  • Los objetivos son, en la línea de sepsis neonatal, comprender los mecanismos epigenéticos que regulan la inmunidad innata y adaptativa y, en la línea de sepsis en adultos, validar un test de diagnóstico y pronóstico precoz y explorar nuevos biomarcadores

  • Hoy es el Día Mundial de la Sepsis, una afección causada por la respuesta desproporcionada del organismo a una infección, que produce daño orgánico y puede llegar a provocar la muerte

El Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de València, ha estado impulsando a lo largo de los últimos años la investigación en sepsis para avanzar en los métodos de prevención y detección temprana de esta afección.

El Grupo de Investigación en epigenómica y epigenética traslacional de INCLIVA, coordinado por el Dr. José Luis García Giménez -investigador post-doctoral del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER)- trabaja en la actualidad en dos líneas de investigación en sepsis: la de sepsis neonatal y la de sepsis en adultos.

La línea de sepsis neonatal tiene por objetivo principal comprender los mecanismos epigenéticos (basados en metilación del ADN y microARNs) que regulan la inmunidad innata y adaptativa en la sepsis neonatal. La línea de investigación en sepsis en adultos tiene una perspectiva traslacional y dos objetivos principales. Por un lado, se está validando un test de diagnóstico y pronóstico temprano de la sepsis y el shock séptico basado en histonas circulantes y, por otro, se están explorando distintos biomarcadores de una condición clínica que se produce en algunos pacientes con sepsis y que les imprime un peor pronóstico a medio plazo, que consiste en el síndrome de inflamación, inmunosupresión y catabolismo persistente. Asimismo, también se está trabajando en marcadores tempranos de coagulación intravascular diseminada. Todo ello podría tener implicaciones terapéuticas en un futuro con posible beneficio para subgrupos de pacientes sépticos.

Hoy es el Día Mundial de la Sepsis, una afección causada por la respuesta desproporcionada del organismo a una infección, que produce daño orgánico y finalmente puede provocar la muerte. Actualmente, se estima que la sepsis afecta a 48 millones de pacientes, produce 11 millones de muertes al año y es la principal causa de fallecimiento en las unidades de cuidados intensivos hospitalarias en todo el mundo. En el caso de la sepsis neonatal, se estima una incidencia de 2 casos por cada 100.000 nacimientos, con una mortalidad entre el 11% y el 19%. Esto se traduce en 3 millones de casos de sepsis en neonatos cada año en el mundo.

La sepsis se considera hoy uno de los grandes retos mundiales de la medicina. Esta afección se está incrementado en un 9% anualmente en los hospitales, lo que supone un auténtico problema, debido a su elevada mortalidad y al hecho de que los pacientes deben permanecer largo tiempo en la unidad de cuidados intensivos (UCI).

“El diagnóstico y pronóstico de los pacientes es complejo –explica el Dr. García Giménez– Por ello, es muy importante disponer de biomarcadores tempranos que permitan la identificación precoz del proceso, acortando el tiempo de estancia hospitalaria, reduciendo la mortalidad y mejorando la supervivencia de los pacientes. En situación de shock, cada hora que pasa, se incrementa su riesgo de muerte en un 10%”.

Aproximadamente el 25% de los pacientes hospitalizados y hasta el 75% de los pacientes en las UCI desarrollan una sepsis. Entre el 20% y el 50% de los pacientes con sepsis evolucionan shock séptico y, de estos, entre el 30% y el 60% mueren. Además, muchos de los pacientes que sobreviven a una sepsis tienen una elevada morbilidad y pueden sufrir secuelas graves que comprometen su calidad de vida, además de suponer un coste para el sistema sanitario. Un 40% de los pacientes que sobreviven vuelven a ser hospitalizados en los 90 días posteriores a la sepsis y, a largo plazo, los supervivientes tienen un mayor riesgo de infecciones recurrentes (11,9%) que los pacientes de otras patologías (8%), insuficiencia renal aguda (3,3% frente a 1,2%) y nuevos eventos cardiovasculares.

En la actualidad, el Grupo de Investigación en epigenómica y epigenética traslacional de INCLIVA está trabajando en los proyectos ‘Identificación y validación de biomarcadores mediante el uso de las ómicas y la inteligencia artificial para el diagnóstico y el pronóstico de la sepsis neonatal’, financiado por la Fundación Mutua Madrileña. Además, el grupo cuenta con la financiación de  la Fundación para la Investigación y Prospectiva en Salud de España (FIPSE), la Agencia Valenciana de Innovación (AVI) y también por la Acción Estratégica en Salud a través de proyectos FIS y de Desarrollo Tecnológico en Salud para avanzar en las tecnologías que está desarrollando y que puedan tener aplicación clínica. Asimismo, ha obtenido ayuda para el Proyecto CaixaImpulse de la Fundació La Caixa.

La línea de investigación basada en biomarcadores circulantes y validación del test de diagnóstico y pronóstico temprano basado en histonas circulantes comenzó en el año 2013. La línea de investigación de inmunosupresión e inflamación en sepsis en adulto comenzó en el 2017 y la línea de investigación en sepsis neonatal, en 2018.

Los Investigadores del Grupo de Investigación en epigenética y epigenómica traslacional son, además del Dr. José Luis García Giménez, Rebeca Osca Verdegal –adscrita también al CIBERER-, Dr. Jesús Beltrán García, Elena Nacher Sendra, Laura Romero, Irene Cánovas, Dr. Salvador Mena Mollá, Dr. Carlos Romá Mateo y el Dr. Federico V. Pallardó, jefe del grupo CIBERER.

Los investigadores clínicos en sepsis en adultos de INCLIVA que trabajan en estos proyectos son los doctores Nieves Carbonell, José Ferreres, María Rodríguez, Carolina Ferrando y Francisco Ros. Los investigadores en sepsis neonatal de INCLIVA son los doctores Francisco Estañ, Agustín Molina, Silvia Carbonell y Raquel Pérez.

En estos proyectos participa el Biobanco INCLIVA, que se encarga de la gestión, trazabilidad, y procesamiento de las muestras sanguíneas. Este es un proceso clave pues asegura una trazabilidad óptima, lo que es un requerimiento en los procesos de calidad de validación de biomarcadores con utilidad clínica.